16/2/09

Una gilipollez 2.0

No puedo más. Al final he terminado por reventar, y eso que he intentado calmarme, pasar de charlatanes del tres al cuarto y multitud de artículos, pero es que esto se sale de madre.

Tras la trágica muerte de Marta del Castillo, infinidad de charlatanes y supuestos "expertos" inculpan o involucran sin sentido a las redes sociales en el asesinato de esta joven. Muchos de ellos lo hacen de forma agónica, como era el caso de Iker Jiménez y sus secuaces en Milenio 3, viendo fantasmas donde no los hay (nunca mejor dicho) y repitiendo una y otra vez que hay que limitar la libertad en la Red, que todo lo que se publique pase por un filtro y mil chorradas semejantes para evitar estos asesinatos. Vamos, que las matanzas en colegios de europeos o estadounidenses realizadas por jóvenes desequilibrados seguro que también se organizaron por Tuenti.

La última sandez que he leído acerca del asunto ha sido el artículo "Asesinato 2.0". ¿Qué significa eso? ¿Ha sido un asesinato en el que el autor y el destinatario han realizado algún tipo de interacción, han creado contenidos juntos mientras se producía el trágico acto? Aún no lo entiendo.

Lo más curioso es que el asesinato no lo cometió ningún loco desconocido que seguía la pista a Marta por las redes sociales, sino amigos y en concreto un ex novio, que, totalmente al margen de las redes sociales y de la Red, discutió con ella en plena calle y terminó asesinándola. ¿Que se comunicaba con él 'en secreto' por Internet? Pues claro, como antaño se hubiera hecho con cartas, postales o por teléfono. Hoy, por desgracia, hasta los asesinatos resultan ser 2.0.


Edición: Casualmente esta tarde ha cambiado el título de dicho artículo comentado y ha pasado a ser "Un asesinato de la generación 2.0". Casi peor. ¿Toda una generación se ha puesto de acuerdo a la hora de realizar un crimen? En fin...

5 comentarios:

Diego Zamora dijo...

Amigo Guillermo en todas las profesiones hay anormales. Lo malo de la tuya es que los anormales tienen repercusión. El rigor está muerto, sólo queda enterrarlo.

Mrs. Style dijo...

Es increible pero cierto lo que dices. No se puede culpar a las redes sociales de este tipo de cosas, porque no se crearon con el fin de poder hacer el espionaje o el seguimiento de una persona más fácil a los asesinos y pervertidos del mundo. Otra cosa, es que se pudieran utilizar para eso.

Aún así está claro que aquí los medios se adelantaron con su juicio y han metido la pata, la interacción entre Marta y el chico fue directa y él tenía toda la información que necesitaba por Marta misma, no por su perfil del tuenti.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Me gusta mucho el titular que has puesto Guille. Estoy de acuerdo con Paola y con Diego. De todos modos, y por decir algo más, señalar que las cosas no son buenas ni malas por sí solas, sino que depende del uso que se haga de ellas: un cuchillo, las redes sociales, la sal, la pólvora...
Ánimo que ya es miércoles.

Guillermo Mirón dijo...

Sí, ya es el mismo debate de siempre. El medio no es bueno ni malo nunca, por mucho que se quiera criminalizar a Internet. La televisión igual, será mala si ves 'La Caja' de Telecino o Gran Hermano, aunque para los que disfrutamos de programas como Redes (siempre queda muy de erudito nombrar este programa) o Muchachada Nuí, es un medio magnífico :D

Un saludo a todos!

Anónimo dijo...

Muy de acuerdo contigo Guille, es fácil culpar al desconocido(ya que tal es tuenti para ellos)y más si puede entrar en el tópico de internet y la excesiva libertad...me extraña que no hayan hipotizado que el chico jugase a videojuegos de estos violentos o mirara pelis de miedo...