Se queja la SGAE. Se quejan las televisiones. Se quejan las radios, aunque en menor medida, y también los periódicos y la industria cinematográfica. El descenso de audiencia en la mayoría de estos medios y por su puesto de inversiones publicitarias, está desencadenando todo tipo de medidas surrealistas y fuera de lugar en distintos países del mundo. Aquí nos ha tocado el
canon digital, del que ya bastante se ha hablado.
El tema de la divulgación y derechos privados de los contenidos audiovisuales siempre es un tema espinoso, bien lo sabe
Diego, con el que pocas veces coincido. No hace tanto tiempo
proponía en un post alternativas al canon como la donación voluntaria por el material del que se disfruta, aunque mucha gente dudó en su momento de este método que se usa desde hace varios años.
¿Y todo esto para qué? Para demostrar que es posible. Es posible no poner barreras a la cultura y que, aún así, el creador vea recompensado su trabajo.
Malviviendo es uno de los últimos ejemplos, pero es diferente. Desde casi la entrada de la RDSI y ADSL se han llevado a cabo muchos intentos de crear mini-series online con poco presupuesto y mediocre calidad con suerte dispar, pero el caso de Malviviendo es diferente. Indiferentemente de que te guste o no su temática, desde el punto de vista audiovisual el acabado es más que notable. Poco a poco se está convirtiendo en un fenómeno (si es que no lo es ya) y sus creadores ya
han sido entrevistados en diversos medios andaluces. Esta serie está presente en
Twitter,
Facebook y
Tuenti, obviamente dispone de
blog y 'viven' de las
donaciones voluntarias. Nacida por y para Internet. Puede que sea cierto que en 2009, la creatividad y sus derechos empiecen a escoger el buen camino.