En un paso más de esta nueva Europa en su afán por dar un brusco giro a la derecha, Francia parece que se encuentra preparada para iniciar su particular cruzada contra la descarga de archivos. Primero, a dicho internauta que descargue archivos ilegales (el cómo sabrán cuándo se descarga algo legal o ilegal es algo que también me gustaría conocer) se le hará llegar una aviso por mail, si continúa descargando material, un segundo aviso y a la tercera, se le prohibirá la conexión hasta por un año a la Red.
Es una medida inútil. Si la medida funciona tal y como publican la mayoría de medios, controlando tan sólo las descargas P2P, la única consecuencia que tendrá será que se potenciará la descarga directa, algo que en España ya está ocurriendo. Cada vez más usuarios dejan de lado a la mula en favor de las descargas directas gracias a páginas como Vagos.es. Cierto que en algunos casos hay que pagar una pequeña cuota a algunos servidores de descargas, pero la velocidad es infinitamente superior y es más cómodo.
Resumiendo; que de ser así, el Gobierno francés ha abierto la puerta de la descarga directa a todos aquellos que aún no la conocieran. Consecuencias de la criminalización sin sentido del internauta. No tardarán mucho en darse cuenta de que pierden el tiempo.
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