8/2/08

Costumbre española


Pizarro no cesa en su empeño por hacernos reir o como mínimo sorprendernos con sus declaraciones. Al menos el hombre se ha integrado bien en su nuevo partido. Hace poco, Rajoy anunciaba que si ganaba sacaría adelante una especie de 'contrato social' para los inmigrantes, que sería algo así como una especie de revisión pero en la que tienen que demosrar que están integrados y haber 'absorvido' las costumbres españolas.

Ante el aluvión de críticas que se ha llevado la iniciativa, Pizarro ha salido al paso de forma elegante a la par que inteligente, como acostumbra a hacer y ha matizado. Que no nos coman la cabeza, que el contrato no es malo, será útil y con él los inmigrantes podrán aprender costumbres españolas como la de "no robar" y la de que "no se puede cortar una mano al señor que roba".

Y es que creo que en esto tiene razón. ¿Quién no está harto de esos grupillos de inmigrantes que nos encontramos por la calle cortando manos hasta dejar la acera hecha un asco? He visto miles desde hace unos años por mi calle y supongo que no seré el único. Y con lo de robar pasa lo mismo. El otro día un inmigrante intentó robarme la cartera, pero que va, yo le dije que no, que es que aquí eso no era una costumbre. Él lo entendió y se fue con las mismas, como es lógico.

Ya en serio. Pienso que hay cosas como la Constitución y el Código Penal que son capaces de regular por sí mismos el comportamiento de todo aquel que quiera vivir en nuestro país, sin distinción por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

2 comentarios:

Diego Zamora dijo...

Con un agravante: España ha sido un país de emigrantes. Y no hubo contratos para emigrantes. Sencillamente fuimos y trabajamos. Y algunos, digo yo, no cumplirían la ley.

Ponernos estupendos ahora, con la historia que tenemos, me parece una indecendia.

Hay un caso particularmente lacerante. México. Lázaro Cárdenas abrió las puertas del país, sin restricción, a todos lo exiliados españoles. Y ahora se pretende expulsar a un mexicano que cometa un delito menor. Lo dicho, una indecencia.

Guillermo Mirón dijo...

Si y no sé por qué existe la falsa leyenda de que no es comparable porque todos los que salían de España lo hacían de forma regularizada, cuando eso es una gran mentira, también había inmigrantes irregulares españoles, pero bueno...

Y ya no hablemos de adaptación, porque los 'guettos' de españoles donde la integración era mínima en muchos casos eran toda una realidad.

Un saludo!